HOY ES OTRO DÍA PARA SEGUIR "SUMANDO"
(Javier Martínez Sáez)
Hoy es un día para sumar. Sumar las horas de clase que los del "81" pasamos allí junto a José Ramón y sus carreras lectoras con "supermanes", María Teresa y su mando a distancia, Juan José y su mano de hierro, Don Pedro y sus apretones de mano, Doña Nuria y sus "¿habéis estudiado?", Don Miguel Marín y sus "miraaaa, negativo", Don Andrés y sus lecciones de Historia, Doña Paquita y su porte elegante, Paquita de Religión y su positivismo innato, Donmi con su pasión por el deporte y muchos otros grandes maestros y maestras que, estoy seguro, nos marcaron a todos, eso sí, cada uno a su manera.
Hoy es un día para sumar. Sumar las horas de clase que los del "81" pasamos allí junto a José Ramón y sus carreras lectoras con "supermanes", María Teresa y su mando a distancia, Juan José y su mano de hierro, Don Pedro y sus apretones de mano, Doña Nuria y sus "¿habéis estudiado?", Don Miguel Marín y sus "miraaaa, negativo", Don Andrés y sus lecciones de Historia, Doña Paquita y su porte elegante, Paquita de Religión y su positivismo innato, Donmi con su pasión por el deporte y muchos otros grandes maestros y maestras que, estoy seguro, nos marcaron a todos, eso sí, cada uno a su manera.
Aproximadamente serían unas 7000 horas e incluso algunas más, porque en aquel entonces fuimos algunos años a la escuela incluso por la tarde.
Hoy debemos sumar las veces que habremos gritado pegados a esa valla el nombre de Marcelino para pedirle bollicaos, triángulos y chucherías y sumemos las veces que nos habrá dicho que no quedaba de nada de lo que le pedíamos para "quedarse con nosotros". Sumemos también las horas de partidos de fútbol corriendo detrás de un pedrusco y los metros de piel que nos hemos dejado en esa pista que ahora levantan como si fuera papel de fumar. Y no olvidemos las horas de tramar travesuras y de contarnos mil historias, mientras almorzábamos, a los que no nos gustaba tanto el fútbol. Sumemos las vueltas que Donmi nos habrá hecho correr alrededor del Colegio. Contemos las veces que, entre clase y clase, nos habremos calentado los morros entre compañeros, sobre todo en el pasillo de arriba. Las veces que habremos hecho cola delante de la puerta principal y la de reglazos que nos habremos llevado en las palmas de las manos. ¡Ah! y si te movías, el mando a distancia volvía a hacer que te picase la mano. La de guuuuuuuuussss que se habrán llevado nuestras orejas (esto solo lo entenderán unos pocos, pero mola que sea así) y la de tiras cómicas de Mad Max a las que habremos dado vida en recreos y cambios de clase (esto sólo lo entenderá una persona y también mola que sea así). Ahora lo puedo decir sin tapujos, también hay que sumar todas las veces que habremos visto al equipo de Voleibol entrenar porque era un gustazo. ¡Gracias Donmi!, me llevé para siempre a una de tus jugadoras y ahora es parte de mi equipo.
Sumemos tantos y tantos recuerdos y el resultado de la suma nos hará darnos cuenta de que siempre estaremos en deuda con el "Miguel Medina".
(Arriba: Antonio, Juan Antonio Gil, Andrés Martínez, Javier Ríos, Pepe, Mireia Ruiz y Sergio. En la fila de en medio: Eduardo, David Molina, Andrés, Javi Martínez, José Antonio Yuste, Juan Carlos Cervantes y David Buendía con el maestro ciezano Don José Ramón. En la fila de abajo: Conchi, Ángela, David, Antonio, Isabel Rojo, Jonathan, Mª Esther y Víctor).
(Este escrito fue publicado en el "facebook" de Javier, el día en que comenzó la construcción de un aparcamiento público en el patio donde tantas y tantas horas pasó en compañía de sus compañeros/as).
(Miguel Aroca Bernal, en Archena, a 12 de febrero de 2019, contento porque "sus jugadoras" fichen por "buenos equipos").
